El Beato Solanus Casey nació como Bernard Francis Casey el 25 de noviembre de 1870 en una granja cerca de Oak Grove, Wisconsin, a orillas del río Mississippi. Era el sexto hijo de una familia de diez niños y seis niñas, de padres inmigrantes irlandeses que abandonaron Irlanda después de la Segunda Guerra Mundial. Gran Hambruna.
El padre de Solanus, Bernard James Casey, nació en 1840 en Castleblaney, condado de Monaghan, Irlanda. Tras la muerte de su padre, se marchó de casa a los 17 años con una hermana menor. Las últimas palabras que le dirigió su madre fueron: "Chico Barney, mantén la fe". Zarparon de Liverpool en el SS Curling y llegaron a Boston el 29 de julio de 1857 para reunirse con otros parientes. Bernard se hizo muy hábil como zapatero en Massachusetts.
La madre de Solanus, Ellen Murphy, nació el 9 de enero de 1844 en Camlough, condado de Armagh, Irlanda del Norte. Tenía 8 años cuando su familia zarpó de Liverpool en el Western Star. Llegaron a Boston el 20 de junio de 1852 para vivir con unos parientes. Ellen acabó encontrando trabajo en las fábricas textiles cercanas a Portland, Maine.
Bernard y Ellen se conocieron en un picnic del 4 de julio en Biddeford, Maine. Fue amor a primera vista, pero la madre de Ellen estableció un periodo de espera de tres años antes de que pudieran casarse. Ellen tenía entonces 16 años. La separación fue difícil y ambos perdieron el contacto. Con la ayuda de su párroco, Bernard se reencontró con su amada y se casó con ella el 6 de octubre de 1863 en la iglesia de St. James de Salem, Massachusetts.
Al terminar la Guerra Civil, Bernard se dio cuenta de que la zapatería era un negocio en decadencia. La agricultura parecía ser el negocio de su futuro. La familia compró 80 acres de tierra del gobierno a cuatro millas al sur de Prescott, Wisconsin, en una zona conocida como Oak Grove. Allí nacieron cinco hijos más. Uno de ellos fue el futuro P. Solanus, entonces llamado "Barney" como su padre.
Tres años más tarde, los Casey se trasladaron a una granja más grande en Big River, en la zona de Trimbelle. Nacieron siete hijos más y Barney pasó allí diez años antes de marcharse para trabajar por la zona como leñador, celador de hospital, operador de tranvía y guardia de prisiones.
Su infancia fue rica en amor, impregnada de tradición católica. Los niños compartían el amor por los deportes, la caza, la pesca, la natación, el esquí y el patinaje. Los diez chicos formaron su propio equipo de béisbol: Los Nueve de Casey. Barney jugaba de receptor, normalmente sin guante. A los otros chicos les gustaba boxear, pero Barney no participaba. Infligir dolor a otra persona no encajaba con sus valores.